Lo que debes saber sobre la Diabetes
¿Qué es la diabetes?
Es una enfermedad crónica que se origina porque el páncreas no sintetiza la cantidad de insulina que el cuerpo necesita, elabora esa insulina de menor calidad, o no es capaz de utilizarla con eficacia.
La insulina es una hormona producida por el páncreas. Su principal función es el mantenimiento de los valores adecuados de glucosa en sangre. Permite que la glucosa entre en el organismo y sea transportada al interior de las células, en donde se transforma en energía para que funcionen los músculos y los tejidos. Además, ayuda a que las células almacenen la glucosa hasta que su utilización sea necesaria.
En las personas con diabetes hay un exceso de glucosa en sangre (hiperglucemia) ya que no se distribuye de forma adecuada. Los especialistas advierten que, si los pacientes no siguen el tratamiento adecuado los tejidos pueden acabar dañados y se pueden producir complicaciones muy graves en el organismo.
Incidencia
El estudio di@bet.es publicado en 2012 situó la prevalencia de la diabetes en España en torno al 13,8 por ciento de la población.
“Los resultados del estudio también confirman la relación entre diabetes, obesidad e hipertensión arterial y la importancia de la actividad física como método de prevención”. Además, el estudio señala que un 6 por ciento de las personas con diabetes tipo 2 desconoce que sufre esta enfermedad”.
Por otro lado, la prevalencia es mayor conforme aumenta la edad del paciente. De hecho, se estima que puede llegar a afectar hasta el 25-30 por ciento de la población anciana. Y otro factor muy importante en su aparición es la obesidad.
El momento de aparición de la enfermedad, así como las causas y síntomas que presentan los pacientes, dependen del tipo de diabetes:
Diabetes tipo 1
Las edades más frecuentes en las que aparece son la infancia, la adolescencia y los primeros años de la vida adulta. Acostumbra a presentarse de forma brusca y muchas veces independientemente de que existan antecedentes familiares.
Las causas de la diabetes tipo 1 son principalmente la destrucción progresiva de las células del páncreas, que producen insulina. Ésta tiene que administrarse artificialmente desde el principio de la enfermedad. Sus síntomas particulares son el aumento de la necesidad de beber y aumento de la cantidad de orina, la sensación de cansancio y la pérdida de peso a pesar del incremento de las ganas de comer.
Diabetes tipo 2
Surge generalmente en edades más avanzadas y es unas diez veces más frecuente que la anterior. Por regla general, la diabetes tipo 2 también está diagnosticada o la han padecido otras personas de la familia.
Se origina debido a una producción de insulina escasa, o con con el aprovechamiento insuficiente de dicha sustancia por parte de las células. Según qué defecto de los dos predomine, al paciente se le habrá de tratar con pastillas antidiabéticas o con insulina( o con una combinación de ambas). En estos casos el paciente no suele presentar ningún tipo de molestia, ni síntoma específico, por lo que puede pasar desapercibida para la persona afectada durante mucho tiempo.
Diabetes gestacional
Se considera una diabetes ocasional que se puede controlar igual que los otros tipos de diabetes. Durante el embarazo la insulina aumenta para incrementar las reservas de energía. A veces, este aumento no se produce y puede originar una diabetes durante embarazo. Tampoco tiene síntomas y la detección se realiza casi siempre tras el análisis rutinario a que se someten todas las embarazadas a partir de las 24 semanas de gestación. Lo que si aumenta en gran medida el riesgo de desarrollar diabetes al cabo de algunos años.
Síntomas
Entre los principales síntomas de la diabetes se incluyen:
- Frecuencia en orinar (fenómeno de la cama mojada en los niños).
- Sensación de hambre inusual.
- Sed excesiva.
- Debilidad y cansancio.
- Pérdida de peso.
- Irritabilidad y cambios del estado de ánimo.
- Sensación de malestar en el estómago y vómitos.
- Vista nublada.
- Cortaduras y rasguños que no se curan, o se curan muy lentamente.
- Picazón o entumecimiento en las manos o los pies.
- Infecciones recurrentes en la piel, la encía o la vejiga (cistitis)
- Elevados niveles de glucosa en la sangre y en la orina.
Prevención
Para la diabetes tipo 1 no existe ningún método eficaz de prevención por el momento.
La de tipo 2, que es la que aparece con más frecuencia, al estar relacionada con la obesidad se puede tratar de evitar en gran medida adoptando unos hábitos de vida saludables.
Diferentes estudios han demostrado que la actividad física y la pérdida de peso previenen el desarrollo de diabetes en personas con predisposición a ésta, incluso en aquellas que ya presenten algún grado de alteración de la tolerancia a la glucosa (o prediabetes). La dieta mediterránea debería ser la dieta de elección”.
Consejos para prevenir las hipoglucemias en diabéticos
- Ajustar las dosis de los medicamentos a las necesidades reales.
- Mantener un horario de comidas regular en la medida de lo posible.
- Tomar cantidades moderadas de hidratos de carbono antes de realizar ejercicio.
- Llevar siempre azúcar.
En cuanto aparezcan los primeros signos de hipoglucemia hay que tomar azúcar (2 o 3 terrones), galletas (de 3 a 5 unidades) o beber un vaso (150 ml) de alguna bebida que contenga hidratos de carbono de absorción rápida (zumos de frutas, cola, etc.).
Los síntomas suelen pasar en 5 ó 10 minutos. Si la hipoglucemia es grave o la persona podría perder la conciencia, es necesario inyectarle una ampolla de glucagón por vía subcutánea (igual que la insulina) o intramuscular (en la nalga). El glucagón moviliza las reservas de glucosa del organismo y hace efecto en unos 10 minutos. Si no hay recuperación, el afectado debe recibir asistencia médica inmediata.
Diabetes Mellitus tipo 1 mediada por procesos autoinmunes:
- Está causada por la destrucción autoinmune de las células del páncreas.
- Representa la mayoría de los casos de diabetes mellitus tipo 1.
- Lo normal es que aparezca en niños o adultos jóvenes, pero también puede darse en otras edades.
- Suele comenzar de forma brusca.
- Los factores de riesgo no están bien definidos, pero se sabe que están implicados en su aparición factores genéticos, autoinmunes y ambientales.
- Habitualmente el peso es normal o por debajo de lo normal, aunque la presencia de obesidad no es incompatible con el diagnóstico.
- Los pacientes son propensos a sufrir otras alteraciones del sistema inmunitario.
Una minoría de los pacientes con diabetes tipo 1 desarrollan diabetes mellitus tipo 1 idiopática, de la cual se desconoce la causa que desencadena este subtipo que afecta principalmente a personas de origen africano y asiático.
En la idiopática, el factor hereditario tiene mucha importancia y no existen alteraciones del sistema inmunitario. Además, la necesidad de insulina puede aparecer o desaparecer.
Según la Federación Internacional de Diabetes, cada año se incrementa el número de personas que tienen diabetes tipo 1. Aunque las causas de este aumento no están claras, estiman que puede deberse a los cambios de los factores de riesgo medioambiental, a circunstancias durante el desarrollo en el útero, a la alimentación durante las primeras etapas de la vida o a infecciones virales.
Además, desde la Federación insisten en que estos pacientes pueden tener una vida normal si siguen el tratamiento combinando la administración diaria de la insulina con un seguimiento estrecho, ejercicio regular y dieta sana.
Diabetes Mellitus tipo 2:
- Aunque puede aparecer a cualquier edad, es habitual que comience en la edad adulta, después de los 40 años aunque hoy en día se está produciendo un aumento en jóvenes y niños.
- Se caracteriza por la resistencia a la insulina y usualmente se asocia a un déficit relativo de producción de esta hormona por el páncreas.
- La obesidad está presente en el 80 por ciento de los pacientes.
- El riesgo de desarrollar esta forma de diabetes aumenta con la edad, el peso y la falta de actividad física. Es más frecuente en mujeres con antecedentes de diabetes gestacional y en individuos con hipertensión o transtornos en el metabolismo de la grasas.
- Representa el 90-95 por ciento del total de casos de diabetes mellitus.
- Los pacientes no precisan insulina, aunque pueden requerirla para conseguir controlar el nivel de glucosa.
- Está frecuentemente asociada con una fuerte predisposición genética, aunque este factor es complejo y no está claramente definido.
A diferencia de los pacientes con diabetes tipo 1, las personas con diabetes tipo 2 no suelen necesitar dosis diarias de insulina para sobrevivir. Sin embargo, en algunos casos se podría precisar insulina unida a una medicación oral, una dieta sana y el aumento de la actividad física.
Al igual que en la diabetes tipo 1, los casos de diabetes tipo 2 se están incrementando en todo el mundo. Las causas están relacionadas con los cambios de estilo de vida como consecuencia del desarrollo económico. Otras causas podrían ser el envejecimiento de la población, el incremento de la urbanización, los cambios de dieta y la disminución de la actividad.
Diabetes gestacional:
- Comienza o se diagnostica por vez primera durante el embarazo.
- Aparece en entre un 2 y un 5 por ciento de los procesos de gestación.
- Habitualmente, la paciente recobra el estado de normalidad tras el parto.
- Las mujeres con diabetes gestacional tienen, a corto, medio o largo plazo, mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.
- Los factores de riesgo para la diabetes gestacional son la obesidad y los antecedentes familiares.
Otros tipos de diabetes:
Existen otros tipos de diabetes originados por un mal funcionamiento de las células del páncreas o de la insulina que éstas producen, por problemas de metabolismo, etcétera. Muchas veces estas disfunciones están causadas por defectos genéticos, drogas, infecciones u otras enfermedades.
Diagnóstico
El diagnóstico de la diabetes se produce cuando el paciente tiene valores anormalmente elevados de glucosa en la sangre. Este análisis se suele controlar y medir durante un examen de rutina o en una exploración clínica que se realiza antes de la incorporación a un nuevo empleo o de la práctica de un deporte.
También pueden realizarse análisis para determinar la posible causa de síntomas como el aumento de la sed, la micción, el hambre, o si existen factores de riesgo característicos, como antecedentes familiares de diabetes, obesidad, infecciones frecuentes o cualquier otra complicación asociada con la diabetes.
Tal y como señala Rebeca Reyes, coordinadora del Grupo de trabajo de Diabetes Mellitus de la SEEN, el diagnóstico de la diabetes se realiza a través de una analítica de sangre. “Los criterios diagnósticos actuales, según la Sociedad Americana de Diabetes en sus recomendaciones de año 2015, son los siguientes:
- Hemoglobina glicosilada mayor o igual de 6,5 por ciento.
- Glucemia basal en ayunas mayor o igual a 126 mg/dl o glucemia a las 2 horas de una prueba de tolerancia oral a la glucosa con 75 gr de glucosa mayor o igual a 200 mg/dl.
Todas ellas deben repetirse en dos ocasiones, salvo cuando existan signos inequívocos de diabetes, en cuyo caso una glucemia al azar de >= 200 mg/dl es suficiente”, especifica.
Pruebas
Para medir la concentración de glucosa en la sangre se obtiene una muestra de sangre del paciente,quien deberá estar en ayunas por lo menos 8 horas antes de la prueba.
Es normal que exista cierto grado de elevación de los valores de glucosa en la sangre después de comer, pero incluso entonces, los valores no deberían ser muy elevados. En las personas mayores de 65 años es mejor realizar la prueba en ayunas dado que los ancianos tienen un mayor incremento de las concentraciones de glucosa en la sangre después de comer.
Hay otra clase de análisis de sangre, llamado prueba de tolerancia oral a la glucosa, que se realiza en ciertos casos, como cuando se sospecha que una mujer embarazada tiene diabetes gestacional.
En esta prueba se obtiene una muestra de sangre en ayunas para medir el valor de la glucosa y se suministra a la paciente una solución especial para beber, la cual contiene una cantidad estándar de glucosa. Durante las dos o tres horas siguientes se obtienen varias muestras de sangre.
Tratamientos
El tratamiento de la diabetes mellitus se basa en tres pilares: dieta, ejercicio físico y medicación. Tiene como objetivo mantener los niveles de glucosa en sangre dentro de la normalidad para minimizar el riesgo de complicaciones asociadas a la enfermedad. En muchos pacientes con diabetes tipo 2 no sería necesaria la medicación si se controlase el exceso de peso y se llevase a cabo un programa de ejercicio físico regularmente. Sin embargo, es necesario con frecuencia una terapia sustitutiva con insulina o la toma de fármacos hipoglucemiantes por vía oral.
- Fármacos hipoglucemiantes orales: Se prescriben a personas con diabetes tipo 2 que no consiguen descender la glucemia a través de la dieta y la actividad física, pero no son eficaces en personas con diabetes tipo 1.
- Tratamiento con insulina: En pacientes con diabetes tipo 1 es necesario la administración exógena de insulina ya que el páncreas es incapaz de producir esta hormona. También es requerida en diabetes tipo 2 si la dieta, el ejercicio y la medicación oral no consiguen controlar los niveles de glucosa en sangre. La insulina se administra a través de inyecciones en la grasa existente debajo de la piel del brazo, ya que si se tomase por vía oral sería destruida en aparato digestivo antes de pasar al flujo sanguíneo. Las necesidades de insulina varían en función de los alimentos que se ingieren y de la actividad física que se realiza. Las personas que siguen una dieta estable y una actividad física regular varían poco sus dosis de insulina. Sin embargo, cualquier cambio en la dieta habitual o la realización de algún deporte exigen modificaciones de las pautas de insulina. La insulina puede inyectarse a través de distintos dispositivos:
- Jeringuillas tradicionales: Son de un solo uso, graduadas en unidades internacionales (de 0 a 40).
- Plumas para inyección de insulina: Son aparatos con forma de pluma que tienen en su interior un cartucho que contiene la insulina. El cartucho se cambia cuando la insulina se acaba, pero la pluma se sigue utilizando.
- Jeringas precargadas: Son dispositivos similares a las plumas, pero previamente cargados de insulina. Una vez que se acaba la insulina se tira toda la jeringa. El nivel de glucosa en sangre depende de la zona del cuerpo en que se inyecta la insulina. Es aconsejable que se introduzca en el abdomen, los brazos o muslos. Penetra más rápidamente si se inyecta en el abdomen. Se recomienda inyectar siempre en la misma zona, aunque desplazando unos dos centímetros el punto de inyección de una vez a otra. Hay que evitar las inyecciones en los pliegues de la piel, la línea media del abdomen y el área de la ingle y el ombligo.
Complicaciones
“Existe una relación directa entre el cumplimiento y un adecuado control glucémico, que a su vez se relaciona con el riesgo de desarrollar complicaciones crónicas asociadas a la diabetes.
Desde la Federación Internacional de Diabetes destacan que las principales complicaciones son las enfermedades cardiovasculares, renales, oculares, nerviosas, así como que se produzca el pie diabético. Además, la diabetes puede ser una amenaza para la salud bucodental y aumentar la probabilidad de que se desencadene la apnea del sueño.
¿En qué momento debe acudir el paciente al especialista?
Cuando los pacientes tengan síntomas como necesidad constante de orinar, sed inusual, hambre extrema, pérdida inusual de peso, fatiga e irritabilidad extremas, infecciones frecuentes y/o visión borrosa, es necesario que acudan a la consulta del médico para que les realicen una determinación de glucemia.
Pronóstico
Tal y como especifica la coordinadora del Grupo de trabajo de Diabetes Mellitus de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición, la investigación en diabetes sigue actualmente varias líneas. “La primera de ellas es la investigación en sistemas de páncreas artificial y células madre para el reemplazo de las células productoras de insulina”. “Esta terapia sería aplicable a los pacientes con diabetes tipo 1”.
La segunda está orientada al desarrollo de insulinas cada vez mejores, de mayor duración y con un menor riesgo de hipoglucemia. “Por último, los tratamientos que actualmente están disponibles para la terapia de la diabetes tipo 2 cada vez tienen menos efectos secundarios y además ayudan a reducir el peso, que es un problema que con frecuencia coexiste con la diabetes tipo 2”.
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