Si, efectivamente, has leído bien; la mente, nuestro cerebro, es programable.

El cerebro humano, funciona mediante conexiones nerviosas, responde a estímulos y se programa para actuar frente a ellos.

Existen teorías que recogen que nuestro cerebro está programado para «curar» nuestras enfermedades, que muchos de nuestros dolores y patologías están causados por problemas externos que debemos solucionar. Un libro que me ha encantado es «La medicina patas arriba. ¿Y si Hamer tuviera razón?», y creo realmente que hay muchos problemas de salud que podemos tratar sin necesidad de medicación.

En muchos casos nos encontramos con la sensación de no saber resolver un problema o qué decisión tomar, o cómo controlar nuestra ansiedad, nuestro estrés…, y ante esto, tengo que deciros que hay dos disciplinas que poseen la solución:

• La PNL (programación neurolingüística).
• La Meditación.

¿Qué nos pueden aportar éstas dos áreas de conocimiento?

• Mejor comunicación con otras personas, escuchar activamente.
• Ayudarles a tomar decisiones adecuadas para alcanzar sus objetivos, decisiones que salgan de si mismos.
• Empoderar a tu equipo y a ti mismo.
• Programar nuestro cerebro para aumentar su creatividad, proactividad, actitud positiva frente a los problemas y resolución de éstos…

La PNL son técnicas que nos permiten desarrollar y utilizar al máximo muchas de las cualidades y capacidades de la mente.

Programación– El cerebro utiliza aprendizajes, que unidos a la información de los sentidos organiza los pensamientos de forma automática en la mayoría de los casos.

Neuro– Los programas mentales son ejecutados por medio de la actividad neurológica ordenada por el cerebro, y producen una acción o conducta.

Lingüística– La forma de pensar y la actividad neurológica son exteriorizadas por la comunicación verbal y no verbal (gestos, expresiones…)

Cada persona tiene un mapa mental (en el que influye el entorno del individuo, formación, creencias religiosas…), mapa que no es el territorio total, pero que no implica que esté equivocada, simplemente está en su realidad.

Tenemos que tener en cuenta que existen tres tipos de mapas representacionales: generalización, omisión y distorsión.

Conocer esto nos ayudará a comunicarnos con los demás, entenderles y que nos entiendan mejor.

Para hablar de la meditación, hemos de tener en cuenta el funcionamiento del cerebro.

Las neuronas son las células fundamentales y funcionan estableciendo una comunicación (sinapsis) entre unas y otras a través de impulsos eléctricos. Ésta corriente eléctrica vibra con distintas frecuencias:

Cuando estamos despiertos, nuestro cerebro vibra a 20 ciclos por segundo y a éste estado se le llama estado o frecuencia Beta. Es el estado de atención, el estado en el que estás leyendo ésto.

En la fase de sueño profundo, la frecuencia de nuestro cerebro disminuye hasta los 4 ciclos por segundo, es un estado inconsciente, es el nivel Delta.    

Entre Beta (despierto) y Delta (profundamente dormido) hay otros dos niveles de actividad mental.                                                                      

Cuando estamos en un nivel de sueño ligero o en estado de meditación, estamos en Estado Alfa, un rango que va de los 7 a 14 ciclos por segundo.

Estar en Estado Alfa o Centro es lo mismo en Meditación. Cuando alguien medita, científicamente, está reduciendo su frecuencia mental a Alfa.

El nivel Alfa es el nivel o estado que usamos para ACTIVAR NUESTRAS MENTES

Theta es el nivel de relajación profunda o sueño cuando tus ondas cerebrales están entre 4 a 7 ciclos por segundo.

 Beneficios del Estado Alfa: 

Las personas que pueden permanecer en el estado Alfa mientras analizan información, tienen acceso a más información que aquellos que permanecen en Beta haciendo lo mismo. En éste estado se manifiesta con más fuerza nuestra intuición, la creatividad y aparecen nuevas soluciones o nuevas perspectivas ante nuestros problemas.

A través de ambas disciplinas podemos aprender a programar nuestros cerebros, y una de las formas es haciendo un anclaje.

Los anclajes, son programaciones que nuestro cerebro crea una vez y que más tarde recrea cuando se activan los mecanismos o sensaciones que las crearon.

Os propongo un ejercicio práctico que podéis practicar todos los días.

 Necesitáis sentaros cómodos, en un lugar tranquilo, sin interrupciones. Con los pies en el suelo, las manos sobre las piernas, relajaos y acompañadme en el vídeo:

Cómo programar tu mente para el éxito